viernes, 3 de septiembre de 2010

"La Máquina de Follar" y otros cuentos (Charles Bukowski)

—Bukowski, ¿te apetece un poco de whisky con agua?
—Claro, Harvey, claro.
Fuimos hacia la cocina.
—¿Para qué es la corbata?
—Es que tengo rota la parte de arriba de la cremallera de los pantalones. Y los calzoncillos son demasiado cortos. El final de la corbata cubre la pelambrera apestosa que va encima del pijo.
—Creo que eres el maestro máximo del relato corto moderno. Nadie se aproxima siquiera a ti.
—Claro, Harvey. ¿Dónde está el whisky?

(“La gran boda zen”)


***

Hoy cualquier pibe escribe la palabra “pija” en un cuento o poema y se cree subversivo o vanguardista, como si el mero hecho de acumular escatologiqueces le diera alguna suerte de valor literario a algo. Lo que no entienden estos contrarrevolucionarios de morondanga es que hasta mi abuela usa la palabra pija porque la escuchó en lo de Tinelli. Cuando Bukoswki usaba palabras como “pijas” o frases como “le acabe arriba”, “la bombachita de esa nena me excita”, las viejas pacatas de la época se convulsionaban con el largo del pelo de los Beatles. Lo genial es que en Bukoswki la palabra “pija” (uso “pija” como ejemplo, podría ser cualquier otra) deviene no (sólo) como un agente de provocación sino como un elemento expresivo que le da coherencia a todo un mundo social/político/ideológico. Piensen esta escena hipotética que podría ser propia de los sesenta (o principios de los setenta): un hippie se para frente a un personaje bukoswiano y le entrega una flor acompañado por la máxima “Paz y amor, hermano”. El personaje bukoswiano callado lo observa detenidamente de arriba a abajo y le responde con un contundente “Chupame la pija, pelotudo”. Este improperio, que desencaja al hippie al punto de hacerlo llorar, no está hablando de una supuesta postura reaccionaria de Bukoswki frente a tales ideales, sino de otra cosa, de llevar el pensamiento más allá. De no conformarnos frente a apotegmas vacíos que no nos dicen nada, de cuestionar a hasta lo incuestionable.


***


Me siento envenenado esta noche, meado encima, usado, desgastado hasta el forro. No es solamente la vejez, aunque pueda tener algo que ver. Creo que la multitud, esa multitud, la Humanidad, que siempre me ha resultado difícil de soportar, está ganando finalmente la partida. Creo que el gran problema es que para ellos todo es una repetición de la jugada. No tienen frescura. Ni el más pequeño de los milagros. Se arrastran hacia adelante y me pasan por encima. Si tan sólo, por un día, viera a UNA persona hacer o decir algo que se saliera de lo habitual, me ayudaría a sobrellevar las cosas. Pero están rancios, llenos de mugre. No hay la más mínima elevación. Ojos, orejas, piernas, voces, pero... nada. Se coagulan dentro de sí mismos, se engañan para ir tirando, fingiendo estar vivos.

(“El capitán salió a comer y los marineros tomaron el barco” )


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Al comienzo de la carrera hay una serie de mandamientos que todo estudiante de letras se ve obligado a aprender como el padrenuestro y que de alguna manera provocan en esos primeros años un sismo en su primitiva configuración lectora. Uno, el principal, es que no se comenta/analiza un libro con una biografía en la mano. “Sobre la relación vida y obra que se ocupen los historiadores (y los redactores de la Ñ)” nos dicen. Y tienen razón. Y por qué digo todo esto? Es que cuando me pongo a leer a Bukoswki me doy cuenta de que no me no hace falta saber datos sobre su vida personal, no me hace falta saber si era un maldito borracho, si vivió en la calle o si le pegaba o no a las mujeres. No hace falta, por que esa suciedad, alcohol, noche, apuestas, sexo y misantropía que se le atribuyen al viejo, y que pueden o no ser ciertas, es lo que destila cada una de sus paginas.

Bukoswki es un gran escritor (a pesar de lo que ciertos puristas puedan creer, preocupados por si tenía errores de ortografía u alguna boludes similar) porque uno puede percibir a la perfección en sus relatos la mugre de una habitación, la resaca sumamente grafica y vívida de un personaje, la calentura de alguien (las erecciones en Bukoswki son reales y asquerosas) o la decadencia moral no sólo de un personaje sino de época. Porque, sobre todo en cada uno de sus cuentos o diarios, uno puede percibir la otra cara del sueño americano, de esa tierra prometida donde supuestamente todo es posible. Aquí no hay ejecutivos con trajes impecables que comen sushi en sus breaks, ni amas de casa que dejan pasteles de arándanos enfriándose en marcos de ventanas o cuatros de copas que gracias al azar o destino se ven de pronto en la cima del mundo (Forrest Gump, Arnold Schwarzenegger o Bill Gates). No. En Bukoswki los personajes saben que su suerte en este mundo está echada, que la mano que les tocó en esta partida es una mierda y que lo único que les queda es aguantársela, abrir una cerveza fría y si se puede, coger pagando la menor cantidad de dinero posible.

5 comentarios:

Tamara dijo...

Celebro estas palabras. Tengo una antología de poemas de Bukowski y me quedo con algo escrito en el prólogo por Miguel Russo "La pregunta es simple: ¿de qué sirve contarle a otro personales historias mínimas? Mejor escuchar el paso fúnebre de la quinta sinfonía de Mahler, o el enloquecimiento de los pianos en la sonata en do mayor de Mozart. Y entonces, la música pasa. Resulta que, después de todo, las historias mínimas y personales vuelven a aparecer. Están nuevamente rebotando por las paredes del departamento. Una mujer, la imposibilidad de trabajo, las facturas vencidas (...)"

Fran Vanrell dijo...

Celebremos destapando una cerveza semi-fría como le hubiera gustado al viejo bueno Charles (?)...

Los errores de ortografía son para hacerte el bukowskiano?? o porque sos un rebelde gramatical??

Saludos...

Brunomilan dijo...

Poner acentos es hacerle el juego a la derecha...

Anónimo dijo...

excelente lo suyo señor,felices, las larvas de charles lo celebran.

Leo Hapturup dijo...

jejejjeje "poner acentos es hacerle el juego a la derecha" ejjejejejejejejejejejejejeje

Bueno. Te felicito Grossi, siempre pensé que eras el hippie con la margarita.
Pero.. unas observaciones:

1- Una cosa es "separar el texto de la vida del autor" y otra "explicar el texto desde la vida del autor". El texto no se explica ni se separa, pero a pesar de sus limitaciones enunciativas las dos frases apuntan a cosas diferentes, pero me interesa la primera.
2- Separar el "texto de" es una pelotudes. Y es más pelotuda la pelotudes si la palabra siguiente es "la vida". Y termino ahí. Porque lo otro no importa (me refiero a la vida de alguien -autor, lector,etc-. El texto no se puede separar de nada, porque no existen las tijeras textuales ni nada por el estilo. Si los circuitos.
3- Entonces ¿qué opino del texto bukowskiano? Siguiendo a Said (que el sigue a Williams en estructura de sentir) quiero pensar que bukowski es un sacrificado trabajador de una "imagen-otra". Y ahí te doy la izquierda sobre el sueño americano. Pero lo que me interesa ¿qué leemos en bukowski?: Traumatizaciones. Si una vida o muchas vidas pueden ser uno o grandes traumas estamos frente a la textualización de estas estrcuturas de sentimiento, imágenes discrepantes a lo hippie pero fundamentalmente a un conservadurismo capitalista, a la era de la máquina, y a la robotización del humano.

ESTAS COSAS QUE NO EXISTEN! sino que son "imaginaciones". Producto de sistemas que sí existen como: la industrialización, el capitalismo, el imperialismo.

Buk está rumenado todo esto, casi q nunca lo dice (el cuento ejemplar podría ser la máquina de follar). Es decir: realismo sucio? una pelotudes. Buk es poeta, puesto q cada palabra está en lugar de otra: hay metáfora y metonimia. Es poeta porque lo que no se dice (El blanco) tensiona con lo que se dice (escrito). Es poeta porque la vida (la vida de una sociedad y de la especie) está poniéndose en juego.
Así escribe buk: y el texto que nos ayuda a pensar esto sería "animales hasta en la sopa".

Es una nueva humanidad, que no puede ser repensada si la humanidad anterior no es destruida.

Diría Juan D.: Esta violencia (la de la escritura sobre la voz) no es menos necesaria que la violencia anterior (la de la voz sobre la escritura).

Si para que las cosas estén como estén: esto es el triunfo ideológico del paradigma occidental (de aristóteles para adelante) es porque el nombre de dios, el capitalismo, y las imágenes esencialistas han sido solidaria con la condición de pensamiento eurocéntrica.
¿nosotros queremos desmantelar eso con free love, paz, y un canuto de marihuana?

Ahí sí, buk, es más que revolucionario: un verdadero pacifista.