Mostrando entradas con la etiqueta cine. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta cine. Mostrar todas las entradas

martes, 4 de octubre de 2011

Explore the void.


(…) no consiste acá en detener la cadena de los sistemas, en fundar una verdad, una legalidad. Consiste en embragar el sistema no según su calidad finita, sino según su pluralidad, paso, atravieso, articulo, desencadeno pero no cuento.

Rolandito B.


Cierto “conocido” contemporáneo hablando del inminente estreno de “Enter the Void”, expresó que la traducción del título debía ser “Entrale al vacío”, de alguna manera u otra, “entrarle” al vacío es la principal característica del último largometraje del franco-argentino Gaspar Noé.

A ver, hagamos una tarea parecida a la realizada por el director, y centrémonos primero en la exterioridad de la película, hagamos avanzar nuestro punto de vista desde lo macro hacia lo micro, entrémonos en el vacío.

Es Gaspar Noé, (leer con voz de Troy McLure) quizás lo conozcan por ser el hijo de Felipe Noé, quizás lo conozcan porque les agrada su look “pelado con bigote irónico”, pero quizás lo conozcan, y acá si basta de cháchara, de trabajos anteriores como “Solo contra todos” o “Irreversible”. Es en irreversible donde aplica ya con creces este maldito empecinamiento de no dejar la cámara quieta nunca, hasta llegar a estados donde logra marear a los espectadores,- de hecho, quien firma esto-, tuvo que abandonarla la primera vez que la empezó a ver. Estamos frente a un director maldito, o mejor, como se le diría en el barrio, un malaleche. Indudablemente se lo puede incluir en un pequeño grupo que también incluiría a Haneke y Von Trier, creo, y deseo fervientemente, que alguna tarde deberían sentarse juntos a tomar el té y discutir sobre la vida.

El tipo es un malaleche, se mire por donde se lo mire, repasar brevemente los argumentos de sus anteriores films quizás aclare un poco más la cuestión, a grandes rasgos, no le tiembla el pulso a la hora de hablar de enfermos mentales, violaciones, prostitución, drogas o golpizas con matafuegos. Si bien existe cierto rasgo provocador en su filmografía, creo que Enter the Void amalgama a la perfección una cierta idea de provocación y buen cine.



No vamos a encontrar hechos tan provocadores como en sus dos anteriores films, probablemente nunca llegue de nuevo a esa explosión provocadora originada por una violación en un metro francés. Acá nos va a romper la cabeza estética y visualmente, será una provocación visual, una concentración letal de sobreexposición de imágenes, formas, luces y colores. Ya desde los títulos mismos de la película, creo sinceramente que se puede ocasionar un desmayo en alguna persona que padezca problemas epilépticos. Pero no solo nos va a dilapidar los párpados con luces, sino que nos va a llevar a dar un recorrido por un escenario que nunca se llegará a entender del todo (menciones especiales para su montajista y editor de imagen), y nunca terminaremos de focalizarnos en un lugar.

La cámara será una persistente concatenación de travellings y travellings circulares, el ojo de la cámara no parpadeará nunca y cual pupila dilatada por el efecto de una droga sintetizada, no terminará de focalizar nunca en nada en especial. Explora los lugares y escenarios con una majestuosidad pocas veces vistas (creo que en cuanto a trabajar con los diferentes espacios, la película no le debe nada al mejor Hithcoch), la cámara se mete en TODOS los agujeros, intersticios y lugares donde pueda meterse, (no falta acá introducirse en un agujero ocasionado por una bala, un órgano genital femenino o adentro de un feto producto de un aborto practicado en cámara).

Vital importancia cobrará la posición de la cámara en los primeros 45 minutos, en los cuales, nos convertimos en la primera persona de la película, vemos según el actor, nos movemos según el actor e incluso pestañeamos según pestañee el actor, de hecho también podemos observar los delirios causados por la ingesta de ácidos lisérgicos. Nunca existirá en nuestras vidas, la posibilidad de sentirnos morir como lo hace el personaje, ni la idea de ser arrollados por ese camión, de hecho cuando se ve la escena del choque, giré tan bruscamente mi cuerpo que me quedó doliendo el cuello. A ver, me explico, lo más cerca que podemos llegar a estar de contemplar la muerte dentro de la ficción cinematográfica, lo vamos a ver acá, en esta película, es una sensación incomodísima, pero placentera a la vez, podemos llegar a sentir como nos meten un tiro en el medio del pecho y cómo vamos perdiendo lentamente las distintas funciones motoras del cuerpo, o simplemente como ser arrollados por un camión en primera persona (pocas veces sentí tanto miedo de que repitan nuevamente una escena). Es algo que debió ser aclarado en un primer momento, si usted se sienta a ver esta película, indudablemente no va a pasar un buen rato, y la va a sufrir, pero justamente creo que es la finalidad de este tipo de películas, uno va queriendo que la película termine desde el momento justo en que empieza, pero sin embargo, un cierto deseo autodestructivo nos impulsa a seguir viéndola y a retroceder y repetir ciertas escenas de manera cuasi suicida.

Para desprendernos de la cámara en primera persona vamos a situarnos desde una tercera persona, o un “espectador omnisciente” que parece victima de la concentración cuasi- budista que tanta relevancia cobrará en la película.

El desarrollo parcial de la acción, estará visualmente anclado en el espectacular trabajo realizado con los espacios, y acá insisto la película en este aspecto no tiene nada que envidiarle a nadie. El vacío que orquesta el film, estará fijado en las tomas cerradas. Todas las tragedias ocurrirán en espacios compactos (un baño de un bar, un auto, la habitación de un “cabaret”), nada bueno parece realizarse en lugares cerrados, de hecho las tomas en las que se ve como se vela al personaje, y la posterior introducción en un jarrón para cenizas lo demostrarán con creces. No hay liberación, no hay catarsis interior hasta no ser liberado del lugar que lo contiene, el cuerpo debe ser extraído del baño, el feto debe ser extraído del cuerpo, las cenizas deben ser extraídas del jarrón, la constante esperanza de liberación interior solo llegará a través de la exteriorización, de ahí también las catarsis de insultos y golpes contra quien es el culpable de la muerte.


Enter The Void, es desde mi punto de vista, su película mejor lograda. Es la película que mas “narración” tiene, y la sabe manejar muy bien. No llegará a los puntos excelsos que supo tener en Solo contra Todos, o Irreversible, pero mantendrá un pico de tensión a lo largo de toda la película. Saber mantener la intensidad es, a mí entender, uno de los máximos logros de la película, no caerá en el error de Irreversible donde al desestructurar la narración lineal de la historia, terminará su película con escenas más aburridas que el resto de la película. Acá también se encarga de deconstruir el factor lineal temporal de la historia, también habrá analepsis y prolepsis, pero mantendrá apartado hasta los minutos finales esa espectacular toma donde parece filmar un acto sexual desde adentro, si, así como leen, o incluso esa escena final que le da sentido a toda la película.


Acá, solo para que tengan una idea de a que me refiero con "una provocación visual, una concentración letal de sobreexposición de imágenes, formas, luces y colores", les dejo un video con los créditos de la película (estos son los 2 primeros minutos de la película)



jueves, 6 de enero de 2011

Reach out and touch Fame.






Este post lo voy a dedicar al cine.Por más que el que se cree amo y señor del blog haya dicho "nada de cine, solo literatura y cosas que yo diga". Pero si Bruno "adaptó" a Borges al Siglo XXI, está todo permitido.

Black Swam, es una película del genial, solamente podemos ponerle ese adjetivo, Darren Aronofsky,( Pi, el origen del caos; Requiem for a Dream; The rustler; The Fountain; y alguna otra "joyita" escapada).
Black Swam es la historia de Nina (Natalie Portman), una "joven promesa" del ballet mundial que ve su oportunidad de lucirse ante el mundo cuando la estrella de la escuela de ballet se ve "retirada" por la edad. ¿Cómo hacer una película con estas premisas?

La historia de la película,- no voy a ahondar mucho más en ella, vayan al cine como lo hice yo-, encierra tras de sí la historia de la humanidad. La historia de cada individuo, la historia de cada uno de nosotros.
¿Cómo dar lo mejor de cada uno de nosotros? Siempre solemos buscar brindar al 110%, dar más de lo que podemos llegar a dar, aún a costa de nuestro propio beneficio. ¿Pero porqué intentar dar más de lo que tenemos a nuestro alcance? Años de malos consejeros y maestros zen de la autoayuda, han concebido un siniestro plan de seguir nuestros sueños aún hasta donde no podamos, intentando romper fronteras, traspasar distancias, cagando gente debería agregársele también.
¿Y todo para que? Para "cumplir un sueño", "para alcanzar un ideal", "para demostrarnos que podemos". El ser humano es ser en tanto exista un otro, el ser humano es un Ser para el Otro, ¿de que manera entonces no se involucran los demás en nuestros propios ideales?. Ahí es donde aparece ese gran Otro (así con mayúscula, como le gustaba nombrarlo a la psicología), ahí es donde para alcanzar algo debemos avanzar por sobre otro, debemos sobrepasar a ese Otro.
Lejos quedan las sutilezas, los compañerismos o cualquier otra infantilineada, si hasta para hacer un tp de grámatica surgen miles de intereses en juego (nudge nudge, wink, wink).

Nina quería ser la principal estrella de la velada, miles de Ninas querían serlo. Natalie Portman lo logra, Darren Aronofsky lo logra, pero cuantas ¿Natalie Portman quedaron a mitad de camino? ¿cuántas jovenes actrices no pudieron "alcanzar su sueño"?
¿Cuantos partidos me tocaron ver sentado desde el banco? ¿Cuántos partidos me tocaron ver ni siquiera desde el banco? Ahí es donde ese Otro se convierte en un rival a vencer.
¿Cuántos de los miembros de el Kraken querrán usurpar mi trabajo? Robar mi trabajo, y yo el de ellos, esa es nuestra tarea, o al menos es nuestro deber intentarlo.

Quien fue tu compañero de banco, incluso tu compañero de vida, se ve irremediablemente mutado en ese cisne negro, ese impostor, ese que viene a quitarnos todo lo que hallamos logrado.
El lago de los cisnes de Tchaikovsky (leit-motiv de la película), nos presenta el demoledor final del suicidio. O sea, nos rompemos el orto para algo que queremos, viene otro, nos garca y ¿nos tenemos que suicidar? Ah no, paremos la mano.
Cualquiera (de hecho todos) puede querer ser algo "especial" en la vida, algo casi "único" (un deseo un tanto megalomaniaco" ), y siempre va a haber alguien a vencer. Quizás sean menos, quizás más, no creo que demasiada gente esté interesada en hacer análisis genético de Corin Tellado, pero alguno debe haber. La cosa se complica cuando queremos ser algo mas "socialmente bien visto" ¿Porqué tenemos que reverenciarnos ante los arquitectos o doctores, o los Licenciados en Letras? Ahí en esa convención social de la genuflexión es donde radica el problema. Y cuando somos muchos para querer ocupar un cargo, ahí se termina la sociedad, ahí diría Freud, es donde nace el Homo Homini Lupus. En ese enfrentamiento descarnado surge los interiores de uno. Ahí es donde Costa Gavas realiza su película "La corporación", donde un tipo sabe quienes están calificados para robarle el trabajo, y se dedica a matarlos de a uno por uno. Esa es la solución, no el débil y egoísta suicidio.
Natalie Portman cuando más cerca está de perder su papel en la obra, se dedica a tratar de mejorar, ¿mejorar para que?. Su maestro se lo dice, y se lo dice de manera clarita, en una espectacular escena "Nina si querés el papel andá a tu casa y cuando llegués, tocate. Te noto muy tensa" Eso es un maestro, un buen guía, no un tipo como Claudio María Dominguez que te dice que tenés que concentrarte en tus adversidades y sacar fuerzas del "poder negativo" de tus opositores.
Joseph Gordon-Levitt en "500 days of summer", luego de ser cagado por la hermosa Zooey, va a una cita para un trabajo y ve una mina que le gusta y se al quiere levantar, pero sin ni siquiera titubear, cuando la llaman para la entrevista, él se lo da a entender de forma clara "Ojalá que te vaya mal, así no me robas el trabajo".

Una solución de autoayuda podría decir que basta con ser "feliz" para uno mismo, pero adonde llegamos con eso. ¿Vamos a ser felices cuando nos recibamos, cuando actuemos como principal estrella de la obra, o cuando Natalie Portman tenga una escena de sexo lésbico con Mila Kunis frente a nuestras narices? No tengo la solución.
Como siempre sólo utilizo pretextos para hablar de cosas distintas ( en este caso mi pretexto fue la película), allá ustedes.

Las cartas estarán tiradas sobre la mesa, y son esas las opciones para contrarestarlas. No se trata acá de pensar que si hago "x" cosa cago al otro, se trata de la ley del más fuerte.
Nos queda entonces esforzarnos, suicidarnos, tratar de matar a los demás o simplemente aliviar la tensión llendo a tocarnos.