1) El escritor amateur que vive en mí odia a Alan Pauls. Así como la lectura de un escritor simple, ameno y que sabe contar buenas historias con poco elementos como Sam Shepard lo alientan a uno a escribir, a volcar sus humildes y ambiciosas ideas en un Word y recordarle que esto de escribir tampoco es una ciencia, tipos como Alan Pauls frustran y generan un respeto atroz, porque marcan la verdadera distancia entre el diletante y el, ya a esta altura, profesional. Porque así como yo no puedo poner en palabras, volcar en la hoja esas ideas que me atosigan, que van y que vienen durante todo el día, a Alan Pauls las cosas parecieran salirle de manera fácil y fluida, como si narrar cualquier cosa fuera lo más natural del mundo. Pero no, no odio a Alan Pauls, escribe demasiado bien como para odiarlo (en todo si quieren odiarlo háganlo por su vida personal, cosa que al staff del Kraken tiene sin cuidado), y ok, no es Borges ni es Faulker, pero en esas subordinadas que parecen no querer terminar más o en esas descripciones geniales de los elementos más banales que a uno se le pueden ocurrir es donde uno puede vislumbrar un talento innegable, tal vez el mejor escritor argentino contemporáneo (permítanme ser hiperbólico).
2) Es difícil escribir sobre el amor. Por varias razones. Todo el mundo se siente con el derecho a hacerlo: tanto el desdichado al que el destino le da la espalda, como aquel que vive el más profundo de los romances cree necesario dar cuenta de tal sentimiento, muchas veces sin intuir que la posibilidad de representar fielmente ese estado es imposible, porque el sentido se difiere siempre, se escapa a medida que uno se acerca y lo que queda finalmente es literatura horrible, autocelebratoria (de las alegrías o de las miserias). Otra razón de peso es “cómo hablar del amor luego de las series de Cris Morena, luego de las campañas publicitarias de San Valentín, cómo expresar un sentimiento que ha sido secuestrado por publicistas”[1], es decir, ¿como no caer en el patetismo, la cursilería o el cinismo? Bueno, Alan Pauls lo logra de alguna manera a lo largo de más de 600 páginas. [aquí debería ir un frase de muestra, pero el libro ya no esta en mis manos]
3) Después del final de Lost pareciera que la gente incorporó la noción de “la circularidad de la trama” y “El pasado” tiene mucho de esto, aunque no exactamente. El recorrido de Rímini tiene mucho más de entrópico que de circular, porque desde ese inicio casi edénico con Sofía (el primer amor del protagonista) hacia ese final hay un downwrad spiral progresivo pero desmesurado, gracioso pero también tristísimo que lo llevan a un lugar que definitivamente no es el de partida. “Lo que no te mata, te fortalece” decía Nietzsche, pero ese desangramiento final parece decirnos lo contrario.
4) Ojo! No todo es rosas, porque así como uno celebra la capacidad de narrar cualquier cosa de Pauls (los rituales masturbatorios del protagonista, el arduo proceso de traducción, la vida y obra de un excéntrico pintor, los dos cms de camisón que se asoman tras el vestido de una profesora de primaria), uno también se pregunta: Por qué? A qué viene esto? Hacia dónde va? Dejándole a uno la impresión de que la novela podría haber terminado doscientas páginas antes o mil después y que el inicio y el fin son completamente contingentes o arbitrarias.
5) Al final y lo que importa en todo caso es lo vivido, ese hermoso y misterioso recorrido que Pauls nos regala.
[1] http://los-sentimientitos.blogspot.com/search/label/Magnetic%20Fields
2) Es difícil escribir sobre el amor. Por varias razones. Todo el mundo se siente con el derecho a hacerlo: tanto el desdichado al que el destino le da la espalda, como aquel que vive el más profundo de los romances cree necesario dar cuenta de tal sentimiento, muchas veces sin intuir que la posibilidad de representar fielmente ese estado es imposible, porque el sentido se difiere siempre, se escapa a medida que uno se acerca y lo que queda finalmente es literatura horrible, autocelebratoria (de las alegrías o de las miserias). Otra razón de peso es “cómo hablar del amor luego de las series de Cris Morena, luego de las campañas publicitarias de San Valentín, cómo expresar un sentimiento que ha sido secuestrado por publicistas”[1], es decir, ¿como no caer en el patetismo, la cursilería o el cinismo? Bueno, Alan Pauls lo logra de alguna manera a lo largo de más de 600 páginas. [aquí debería ir un frase de muestra, pero el libro ya no esta en mis manos]
3) Después del final de Lost pareciera que la gente incorporó la noción de “la circularidad de la trama” y “El pasado” tiene mucho de esto, aunque no exactamente. El recorrido de Rímini tiene mucho más de entrópico que de circular, porque desde ese inicio casi edénico con Sofía (el primer amor del protagonista) hacia ese final hay un downwrad spiral progresivo pero desmesurado, gracioso pero también tristísimo que lo llevan a un lugar que definitivamente no es el de partida. “Lo que no te mata, te fortalece” decía Nietzsche, pero ese desangramiento final parece decirnos lo contrario.
4) Ojo! No todo es rosas, porque así como uno celebra la capacidad de narrar cualquier cosa de Pauls (los rituales masturbatorios del protagonista, el arduo proceso de traducción, la vida y obra de un excéntrico pintor, los dos cms de camisón que se asoman tras el vestido de una profesora de primaria), uno también se pregunta: Por qué? A qué viene esto? Hacia dónde va? Dejándole a uno la impresión de que la novela podría haber terminado doscientas páginas antes o mil después y que el inicio y el fin son completamente contingentes o arbitrarias.
5) Al final y lo que importa en todo caso es lo vivido, ese hermoso y misterioso recorrido que Pauls nos regala.
[1] http://los-sentimientitos.blogspot.com/search/label/Magnetic%20Fields
5 comentarios:
Alan Pauls. Debo decir que tuve la desdicha de cruzarmelo en una transposición de la pelicula "El Pasado"; es tan malo el film que fulminó mis expectativas para con ese autor. Por suerte, lo escuché en Canal A y, además, por esos regalos que te concede la cosmética del destino, me compré "Historia del llanto" por no tener el diariero el de Pierre Bourdieu. Me gustó tanto el texto -ojo! todavía no lo terminé- que mi primera publicación va a analizar "sensiblemente" su texto. Buen texto el tuyo ¿Juampa? ¿Bruno? se me hace que Juampa. Y rescato esto: "muchas veces sin intuir que la posibilidad de representar fielmente ese estado es imposible, porque el sentido se difiere siempre, se escapa a medida que uno se acerca y lo que queda finalmente es literatura horrible, autocelebratoria"
SI ME HABRÁ PASADO! como dice bruno, soy todo un Cheesy.
Qué pelotudo. Sos vos Bruno.
Emi para ampliar lo de cheesy y hacerte sentir peor (ja no mentira, te estoy jodiendo, no te enrosques con eso) acá va una definición de sentimentalismo que encontre en el libro de Salinger que estoy leyendo y que también se puede aplicar a esta dificultad de "como escribir sobre el amor": "somos sentimentales cuando le otorgamos a una cosa más ternura de la que Dios le otorga".
cómo la debe poner Alan Pauls
[ModoGayOn] Alan Pauls tiene 51 años, esta re bien el chavon, y si, debe coger bastante y bien. [ModoGayOff]
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